Ten en cuenta que la Industria 4.0 cambia nuestra forma de trabajar. Aunque nadie sabe cuál será el futuro del empleo en una década, gracias a la Industria 4.0 la productividad probablemente crecerá a pasos agigantados. Por eso, hay motivos suficientes para comenzar a prepararse ahora para el trabajo del futuro.

Para entender los cambios que proporciona la Industria 4.0 es muy importante conocer las bases sobre las que se asienta, estas se establecen alrededor de un total de cuatro pilares fundamentales:

  • Sistemas ciberfísicos: Los sistemas ciberfísicos han pasado de ser un concepto abstracto y distante a algo que ya está siendo usado a diario en la vida de las personas. Son sistemas cuyos componentes se entrelazan con el software y se benefician de los avances en mecatrónica y cibernética, entre otros avances.
  • Internet de las cosas: Este es uno de los conceptos más conocidos y extendidos entre la sociedad actual, dado que se está abriendo camino en elementos cotidianos y es muy reconocible por parte de todo tipo de personas. Se refiere a la forma en la que todo se encuentra interconectado dentro de la red. Es decir, si antes con Internet podíamos realizar una conexión entre nuestra computadora hacia un mar de información, ahora ya no solo se conectan estos equipos, sino que todo tipo de herramientas, electrodomésticos y otras máquinas también están conectados. Donde todos estos elementos convergen es el Internet de las cosas.
  • Cultura maker: a veces también conocida como “cultura hacedora”, “movimiento maker” es una cultura contemporánea que representa una extensión basada en la tecnología de la cultura DIY (Do it Yourself o hágalo-usted-mismo). Esta promueve la idea que todo el mundo es capaz de desarrollar cualquier tarea en vez de contratar a un especialista para realizarla. El concepto del hazlo tú mismo ha llegado a la industria a través de distintas vías y posibilidades, lo que ha hecho que la cultura maker tenga una posición líder a la hora de entender esta revolución industrial. Los profesionales y expertos dejan salir su máxima imaginación para llevar a cabo proyectos de todo tipo que están relacionados con la electrónica, la ingeniería, la tecnología y la robótica.
  • Fábrica 4.0: Por supuesto, las fábricas que adopten estas tendencias y que se interconecten por medio de las ideas de la cuarta revolución industrial son las que van a hacer que, tanto a corto como largo plazo, este proyecto tecnológico se afiance en todo tipo de sectores. Es necesario que las fábricas adopten un perfil revolucionario, que se conecten, que accedan a información en tiempo real y que expriman las distintas opciones que aporta este nuevo sistema para organizar nuevos frentes industriales. El objetivo está claro y todo indica que la cuarta revolución industrial no solo comienza con fuerza, sino que apunta alto para marcar otro punto de interés en la historia de la humanidad.

En la actualidad nos encontramos en la primera etapa de la nueva Revolución Industrial, o Industria 4.0. En este nuevo paradigma los sistemas ciberfísicos son la “columna vertebral”. Y tecnologías como los sensores conectados, la nube y el software virtual, ofrecen un gran potencial para transformar todo, desde la fábrica hasta la logística.

La Industria 4.0 no solo mejorará la forma en que funciona la fabricación en su conjunto, también destruirá las barreras entre los diferentes departamentos, permitirá el trabajo remoto y logra que todo el personal esté más conectado.

También ayuda y activa la personalización de los pedidos, logrando reducir el estrés del trabajador individual y cumpliendo las expectativas del cliente. Lo más importante es que permite a los trabajadores concentrarse en tareas importantes, dejando el trabajo pesado y monótono a las máquinas.

Dado el potencial de tales tecnologías, es fácil ver cómo muchos trabajadores de las fábricas se sienten amenazado por perder sus puestos de trabajo, el miedo ahora es el mismo que en la primer revolución industrial, los humanos son “prescindibles”. Según diferentes estudios, la automatización podría reemplazar al 5 por ciento de los trabajadores en todo el mundo.

El cambio, sin embargo, sería gradual, tardando décadas en suceder, en lugar de pasar de la noche a la mañana. Y, vale la pena aclarar que, si las personas no nos volvimos prescindibles la primera vez, dudosamente nos volveremos innecesarios esta vez.

La pregunta no debería ser qué se perderá cuando entremos en Industria 4.0, sino cómo podemos mejorar lo que ya tenemos, tanto en las habilidades del personal, como en los procesos de fabricación, para aprovechar al máximo nuestro mundo recién conectado.

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